Las quemaduras representan lesiones térmicas que implican el daño o destrucción de la piel y su contenido por calor o frío agentes químicos, electricidad, energía ionizante o cualquiera de sus combinaciones. Los accidentes que con mayor frecuencia producen quemaduras son los domésticos 59.3 % siendo más frecuente en niños y personas mayores de 69 años, sin embargo los accidentes de trabajo y de tráfico presentan con frecuencia quemaduras más extensas. Se clasifican: de acuerdo al grado de las quemaduras:
PRIMER
GRADO: De grosor parcial, se destruye solamente la capa
superficial de la piel, la epidermis, produciendo un enrojecimiento de la zona
lesionada. A esta lesión se le denomina eritema.
SEGUNDO
GRADO: También de grosor parcial. Destruye la epidermis y
un espesor variable de la dermis. Se produce una inflamación variable de tejido
o formación de ampollas llamadas flictenas. La lesión es dolorosa y se dice que
“ llora” por la pérdida de líquidos del tejido y por la aparición de las
ampollas.
TERCER
GRADO: Llamada de grosor total. Afecta a todas las capas
de la piel incluyendo la dermis profunda. Es una lesión de aspecto de cuero
seco, blanca o chamuscada, no hay dolor debido a la destrucción de las
terminaciones nerviosas, técnicamente se le denomina escara.
Es importante conocer que en quemaduras poco
extensas puede ser de utilidad considerar que la palma de la mano del
accidentado corresponde a un 1% de la superficie corporal total. En el resto se
utiliza la denominada regla de los 9 de Wallace, para ello se divide la
superficie corporal del adulto en 11 áreas, siendo cada parte el 9% o un
múltiplo de 9 de forma que:
. Cabeza y cuello son un 9%
. Cada extremidad superior un 9% (7% en el brazo y un
2% en la mano)
. Cada extremidad inferior 18% (9% en el muslo, 7% en
la pantorilla y 2 % en el pie)
. Cara anterior de tórax y abdomen 18%
. Espalda y nalgas 18%
. Genitales 1 %
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